La ignoracia ha hecho que Toledo me sorprenda. Quizá porque el paso de los siglos le ha jugado una mala pasada, a muchos creo que nos suena a una capital de provincia y poco más. Pero lo cierto es que fue una de las ciudades más importantes de Europa en los siglos XV y XVI, donde convivieron judíos, católicos y musulmanes.
Las calles del casco viejo de Toledo, estrechas y empinadas, respiran historia en cada rincón. Iglesias, mezquitas y sinagogas. Ruinas romanas y huellas de la última guerra civil. Hay que conocer Toledo.
